Angel - Quantum and a half

9 𐄡 Angel 𐄡 9



25/05/23 - 16:50


Angel

No sé muy bien por qué esta tarde he decidido volver a pasarme por el Café Mirador. Quizá no buscando la inspiración, pero sí movido por … bueno, corrientes podría decir. La cosa es que, no sé si será inspiración, pero, de nuevo, he encontrado algo y, esta vez, es esto:

-The angel burns out, but his sparkle remains forever-

Esta vez sí sé cómo ha ocurrido todo exactamente. Ha sido raro, pero lo recuerdo todo:

Debo haber llegado sobre las 3 de la tarde, con todo el sol entrando por los ventanales. Me traje el portátil. Como no quería tanta luz, para evitar el reflejo elegí una de las mesas más alejadas de los ventanales. Una vez sentado me sentí satisfecho con el sitio: tenía relativa penumbra y al mismo tiempo mantenía sensación de amplitud y buena parte de las vistas sobre la costa. Directamente abrí el portátil sobre la mesa y me dispuse a acabar un par de cosas que me había dejado pendientes. Nada relevante, una compra del supermercado y enviar un par de correos. Pedí al camarero un café vienés y un petisú de café. Poco después de que me los trajeran ya había acabado esos asuntos así que me dispuse a ver algo en YouTube para distraerme mientras disfrutaba mi café y mi pastelito.

petisu y cafe

Pensé que lo mejor sería ponerme los cascos por discreción. En ese momento de desviar la mirada de la pantalla para buscarlos en la mochila, me quedé un par de segundos mirando hacia los ventanales: No puedo decir que no la había visto cuando llegué, la había visto y había quedado perfectamente registrada por el scanner que el varón humano lleva de serie y que nunca se apaga. Más bien ha sido algo que ha quedado corriendo en segundo plano, como un proceso en cola.

En una de las mesas cercanas a las ventanas había una chica, joven, de figura elegante, su voluminosa cabellera rizada despedía reflejos rojizos con el sol. Aunque su estilo, formas y actitud eran discretas, solamente por esa brutal melena bermeja no pasaba desapercibida. Seguí observándola mientras me colocaba los cascos y me di cuenta de que ya la había visto antes. Cuando estuve aquí hace 2 semanas nos cruzamos en la puerta, yo llegaba, ella se estaba yendo. Sí, es ella, solo que aquella vez llevaba un chándal y ésta, un vestido. Realmente era linda. La mezcla de atracción y angustia me hizo dejar de mirar y volver al ordenador.

Cargué la página principal de YouTube y, sin dudar casi, quizá solo para zanjar drásticamente, después de deslizar el dedo un par de veces sobre la rueda del ratón rápidamente me decidí por este título ‘Compro un NFT y no hace nada’. Me lo puse y al poco me enganchó, el tipo es divertido y su ingenuo sarcasmo le saca punta a un tema ya irónico de por sí.

Esto de los videos de YouTube es extraño y algo frustrante. Y tampoco creo que cambie demasiado en ninguna otra plataforma parecida. Ciertamente, encuentras miles con los que distraerte, no te sientes del todo mal porque siempre aprendes algo. De algunos puedes decir incluso que manejan muy bien temas útiles e interesantes. Pero al mismo tiempo parece bastante difícil dar con algo que te sirva para darte la chispa sobre un problema que realmente quieras atacar… esta es una vez, como cualquier otra, que me dejo llevar por un rosario de videos desenlazados, no sin la esperanza de que, de algo, sirva…

No obstante, como a la mitad del video volví a dejar escapar la mirada hacia la chica: Parecía concentrada en algo, tenía sobre la mesa varios folios, unos impresos y otros escritos a mano, creo que también fotos, una carpeta, una libreta... podría pensarse que estaba estudiando algo. Aunque estaba bastante lejos, desde mi posición la podía ver cómodamente sin que se diera cuenta, ella estaba de perfil a mí, ligeramente de espaldas, y le daba directamente la luz de la tarde, mientras yo estaba en una zona más oscura…

Menos mal -pensé-; Elía dice que, con las mujeres, a veces hay que saber ver sin mirar, y yo casi siempre miro sin ver.

La Chica de Melena Rizada

Contaba además con la pantalla de ordenador como parapeto, la cual coloqué manera que la línea con mis ojos quedaba justo a ras de su mesa, de forma que mis ojeadas no podían ser más discretas. Era casi divertido sentirme invisible dentro de esa trinchera social. Nadie en el local podía percatarse de que miraba hacia ella y no a mi pantalla (ya, a nadie le importaba, era yo el que me sentía incómodo).

Acabado el video de los NFT me llamó la atención otro de este mismo youtuber sobre 'La Historia de Silk Road' -pero lo vería en otro momento-. Pensé mejor buscar algo que pudiera sentir más didáctico; me salió esto al paso: ‘The Bernoulli Integral is ridiculous’. Una pizarra y matemáticas… genial! Sin embargo, la vista se me seguía yendo espontáneamente por encima de la pantalla: Con todo ese pelo no podía ver apenas su cara, pero tenía una bonita espalda... En fin, a pesar de distracciones del entorno, me acabé enterando relativamente bien del video. No creo que me sea vital resolver esa integral, pero nunca se sabe.

Lo de los videos podría ampliarse a toda la mecánica de internet. Información hay, y mucha, quizá deslavazada, muchas veces repetitiva... El problema es pasar de información a sabiduría.

Por supuesto que se puede ser especifico, ir a tiro hecho y proceder determinadamente. Es disciplina. Pero la natural tendencia a la evasión te lleva a no hacerlo y dejarte llevar por las sugerencias, así deambulas por un espacio temático según lo que despierta más interés. Eso tiene de bueno que exploras cuestiones a las que de otro modo no habrías accedido, pero de malo que se hace muy difícil ahondar. Y sin ahondar, es difícil entrar en terreno lo suficientemente técnico, llegar a los conceptos que se convierten en verdaderas herramientas.

A la clase de mates le siguieron fugazmente un par de pinchadas de ratón casi aleatorias … ‘por qué no debes acostarte con el pelo mojado’ y otro tipo ‘todo el poder que va a tomar la IA y que le tenemos que tener mucho miedo’. Esos me aburrieron, los quité al poco… Después llamó mi atención ‘3-Minute Mental Hack to Take Control of Your Subconscious’, la idea del chico me pareció muy interesante, solo hay que atreverse a ponerla en práctica, pero mi subconsciente estaba en otra cosa…

Y ella seguía ahí tan concentrada y dando sorbos cada tanto a un café largo de esos que beben los guiris y que me parecen asquerosos. Por lo demás, todo era convincentemente sexy. La veía tan ensimismada que no se me pasó -seriamente- por la cabeza hablar con ella. Pero aunque se me hubiera pasado, sé que nunca me habría atrevido.

De algo que podría aplicar para cambiar mi vida como ‘controlar mi subconsciente’ me pasé a un video que simplemente me llamó la atención visualmente: ‘Evolving AI Art’. No vi todo el video, estuve picando sobre la barra de progreso adelante y atrás, abandonándome visualmente a las ramificaciones de imágenes y relajando mi imaginación en el proceso. Alguna parte la vi dos veces. Quizá no es particularmente útil pero me resultó un experimento interesante y bonito. Me sentí como si esas criaturas inventadas que evolucionan unas en otras mimetizaran el propio divagar de mis ideas fluyendo de video en video.

… Aún así, a veces ocurre, aunque sea a partir de un simple comentario en un tema sin demasiada relación, que el video te trae una buena idea que consigues aplicar. Lo cierto es que algo te mantiene con la sensación de que en cualquier momento puede aparecer un hilo de donde tirar para salir de donde estoy perdido, algo que, aunque no me enseñe una solución, me dé una pista que no sabía dónde encontrar y, desde ahí, yo pueda continuar.

¿Realmente es útil una plataforma de videos para aprender algo? ¿O el ruido que provoca todo lo que quiere atraer la atención del espectador, el propio formato de diseño lo hace inviable a pesar de que sí pueda haber información útil en el contenido?

Galeria de dinosaurios de colores

De vez en cuando se desenfocaba el video de mis ojos y se recomponía de nuevo la imagen de la chica tras la pantalla. Parecía estar ordenando esos papeles, al tiempo que tomando notas. Y mi impresión era que lo hacía con cierta tensión y desasosiego.

Seguí con mis videos: el próximo fue ‘What Dinosaurs ACTUALLY Looked Like?’, éste me hizo gracia porque responde a una pregunta que yo ya me hacía de pequeño ¿Los dinosaurios eran verdes?

Así, de uno a otro, y llega un momento que estás absolutamente harto de rebotar de un video a otro, pero sigues con la sensación de que alguno de los próximos en aparecer va a ser ‘iluminador’, por decirlo de algún modo.

De repente, sentí un movimiento brusco en mi periferia visual: la chica había dado un palmotazo en la mesa y con un gesto enérgico y violento de exasperación se llevó las manos a la cabellera. Quedó así varios segundos, con los puños agarrados en el pelo. Seguidamente llamó al camarero, intercambiaron unas palabras, debió pedir la cuenta, y le dio un billete.

Me di cuenta entonces de que lo que realmente tendría que estar haciendo es dejar de divagar de video en video y levantarme para hablar con esa chica que cada vez me atraía más. Estaba reproduciendo uno detrás de otro simplemente para evitar hacerlo. Pero..., desde luego, después de ver esa explosión de mal genio ya sí que no… no me atrevía.

"¿Otra excusa? ¿¡Y qué importa maldito cobarde!? Ni te atreves a hablarle a una chica, ni a escribir un blog, ni ..."

... ya saltó esa voz de mi interior tan corrosiva y afilada. Y es que, en todo esto, mi conciencia había estado extrañamente retenida, pero eso no significa que no hubiera estado cargándose y, como teniéndole miedo e intentando evitar su represión, rápidamente rebusqué en la lista un video más: Ví ‘The Slow Poison of Endless Fantasy’,

Parece un cuento, con príncipes, dragones y esas cosas… a ver de qué va. Y sin más pulsé el botón de ‘play’.

Conforme avanzaba el video sentí hundirme en el fango, luego quedé cabizbajo… la conciencia al final te encuentra:

¿Realmente estoy desperdiciando oportunidades una detrás de otra cada día, a cada momento, por evadirme con videos y chorradas y no entregarme a lo que realmente quiero hacer y perseguir lo que quiero ser? ¿Tengo un toro al que coger por los cuernos y no hago más que buscar distracciones escondido en el burladero?. En realidad, cuernos para agarrar, tienes muchos… pero las oportunidades, las hadas, las ideas, al final vuelan…

Incomodo con mi reflexión volví a mirar hacia los ventanales, la chica todavía estaba ahí, pero yo seguía petrificado.

La vi extender algunas fotos y recortes de periódico sobre la mesa y tomar algunas notas más. Como si se estuviera haciendo un repaso de su sesión de estudio. Luego empezó a recoger los folios, recortes y fotos en la carpeta y la cerró. Parecía en actitud de irse, sin embargo, se detuvo; apoyó por un segundo el bolígrafo en su labio superior y tomó una servilleta de papel. Me pareció que dibujaba algo en ella, luego volvió a quedarse pensativa mirando eso que había dibujado. Finalmente dio la vuelta a la servilleta, escribió algo más en ella, se quedó como otros 20 segundos más mirandola con perplejidad, se acarició el entrecejo en un gesto de cansancio y procedió a guardar bolígrafo, portafolios y libreta en su bolso. Igual de bruscamente, se levantó y, ya sí, se fue.

La servilleta, en cambio, quedó ahí encima de la mesa y mi curiosidad, que no necesita demasiado para activarse, duplicándose cada segundo. Finalmente me hizo salir de mi escondite antes de que el camarero fuera a recoger la mesa. Me levanté discretamente y me acerqué a la mesa haciendo cómo que iba a mirar el paisaje a través de los ventanales. Y lo que ponía es ... esto, vamos lo ponía y lo pone, es justo esto lo que tengo aquí delante:

-The angel burns out, but his sparkle remains forever-

Sin duda la frase es críptica… ¿tiene un sentido figurado? ¿Quién es el ángel? Casi puedo entender el gesto de desconcierto de la chica, porque el mío ahora mismo debe ser parecido. ¿Y qué dibujó antes?

Angel antes de estallar en llamas

Seguramente nadie en el local me está prestando la más mínima atención, pero sigo intentando pasar desapercibido en mi excursión a la mesa vecina. Con movimiento pausado y lo más imperceptible que soy capaz, acerco la mano y la volteo.

Sí, en efecto, había dibujado algo. Algo, que, no por ser nada especialmente artístico, me deja sorprendido y desconcertado; me golpea, más bien golpea todo al mi alrededor: el resto del bar, la gente que pueda estarme mirando, el ruido de tazas de café, el ir y venir de los camareros, el sol, el paisaje… todo se va muy lejos; porque, en este momento, lo único que hay en el mundo somos ese garabato y yo enfrascado en él. No es más que otro patrón de esos, esta vez cruces dispuestas en una cuadrícula… pero… es como si quisiera moverse



  X  
X X  X X
 X  X 
  X  

Caigo en un estado de meditación que, al menos desde mi reloj cerebral, dura un preciso instante: como por un efecto de acumulación, todas esas configuraciones binarias relampaguean a toda velocidad superponiéndose unas encimas de otras, involuntariamente imagino otras nuevas, esas a su vez buscan más e intentan colocarse en algún tipo puzle, buscar una referencia a algo conocido, quizá un logotipo, un código, un juego… parece que no encuentran nada y la proyección vertiginosa se detiene bruscamente…, pero no del todo, el pequeño estímulo que ese dibujito ha provocado ha acabado desencadenando una pequeña tormenta dentro de mis recuerdos, y el fenómeno ha excavado más y más profundo en la memoria y, como una burbuja del pasado, en ese instante, emerge desde ella un viejo recuerdo de los años de la carrera, una tarde en un aula delante de un ordenador.

De pronto, se me escapa una leve sonrisa, ese patrón bosquejado en la servilleta cobra vida y se convierte en una colorida animación pixelada, su forma de polilla se incendia como si hubiera accidentalmente tocado la llama de una vela y, tras un violento fogonazo de brillantes cuadritos, sus restos quedan parpadeando en una especie de chispita de 3 pixeles que alterna entre dos posiciones cruzadas como si fuera esa señal luminosa en forma de x que ponen en las obras en la carretera. Ahora lo veo tan claramente que no sé cómo no he podido darme cuenta antes. Una explosión de estructuras y bichos pixelados afloran desde mi memoria naturalmente. todos esos patrones tienen una relación entre sí… cobra cierto sentido, todas esas criaturas son viejas amigas y las había olvidado… sin embargo, sigo sin entender porque están reapareciendo a mi alrededor ni qué puede querer decir.
















25/05/23 - 16:50


Angel

No sé muy bien por qué esta tarde he decidido volver a pasarme por el Café Mirador. Quizá no buscando la inspiración, pero sí movido por … bueno, corrientes podría decir. La cosa es que, no sé si será inspiración, pero, de nuevo, he encontrado algo y, esta vez, es esto:

-The angel burns out, but his sparkle remains forever-

Esta vez sí sé cómo ha ocurrido todo exactamente. Ha sido raro, pero lo recuerdo todo:

Debo haber llegado sobre las 3 de la tarde, con todo el sol entrando por los ventanales. Me traje el portátil. Como no quería tanta luz, para evitar el reflejo elegí una de las mesas más alejadas de los ventanales. Una vez sentado me sentí satisfecho con el sitio: tenía relativa penumbra y al mismo tiempo mantenía sensación de amplitud y buena parte de las vistas sobre la costa. Directamente abrí el portátil sobre la mesa y me dispuse a acabar un par de cosas que me había dejado pendientes. Nada relevante, una compra del supermercado y enviar un par de correos. Pedí al camarero un café vienés y un petisú de café. Poco después de que me los trajeran ya había acabado esos asuntos así que me dispuse a ver algo en YouTube para distraerme mientras disfrutaba mi café y mi pastelito.

petisu y cafe

Pensé que lo mejor sería ponerme los cascos por discreción. En ese momento de desviar la mirada de la pantalla para buscarlos en la mochila, me quedé un par de segundos mirando hacia los ventanales: No puedo decir que no la había visto cuando llegué, la había visto y había quedado perfectamente registrada por el scanner que el varón humano lleva de serie y que nunca se apaga. Más bien ha sido algo que ha quedado corriendo en segundo plano, como un proceso en cola.

En una de las mesas cercanas a las ventanas había una chica, joven, de figura elegante, su voluminosa cabellera rizada despedía reflejos rojizos con el sol. Aunque su estilo, formas y actitud eran discretas, solamente por esa brutal melena bermeja no pasaba desapercibida. Seguí observándola mientras me colocaba los cascos y me di cuenta de que ya la había visto antes. Cuando estuve aquí hace 2 semanas nos cruzamos en la puerta, yo llegaba, ella se estaba yendo. Sí, es ella, solo que aquella vez llevaba un chándal y ésta, un vestido. Realmente era linda. La mezcla de atracción y angustia me hizo dejar de mirar y volver al ordenador.

Cargué la página principal de YouTube y, sin dudar casi, quizá solo para zanjar drásticamente, después de deslizar el dedo un par de veces sobre la rueda del ratón rápidamente me decidí por este título ‘Compro un NFT y no hace nada’. Me lo puse y al poco me enganchó, el tipo es divertido y su ingenuo sarcasmo le saca punta a un tema ya irónico de por sí.

Esto de los videos de YouTube es extraño y algo frustrante. Y tampoco creo que cambie demasiado en ninguna otra plataforma parecida. Ciertamente, encuentras miles con los que distraerte, no te sientes del todo mal porque siempre aprendes algo. De algunos puedes decir incluso que manejan muy bien temas útiles e interesantes. Pero al mismo tiempo parece bastante difícil dar con algo que te sirva para darte la chispa sobre un problema que realmente quieras atacar… esta es una vez, como cualquier otra, que me dejo llevar por un rosario de videos desenlazados, no sin la esperanza de que, de algo, sirva…

No obstante, como a la mitad del video volví a dejar escapar la mirada hacia la chica: Parecía concentrada en algo, tenía sobre la mesa varios folios, unos impresos y otros escritos a mano, creo que también fotos, una carpeta, una libreta... podría pensarse que estaba estudiando algo. Aunque estaba bastante lejos, desde mi posición la podía ver cómodamente sin que se diera cuenta, ella estaba de perfil a mí, ligeramente de espaldas, y le daba directamente la luz de la tarde, mientras yo estaba en una zona más oscura…

Menos mal -pensé-; Elía dice que, con las mujeres, a veces hay que saber ver sin mirar, y yo casi siempre miro sin ver.

La Chica de Melena Rizada

Contaba además con la pantalla de ordenador como parapeto, la cual coloqué manera que la línea con mis ojos quedaba justo a ras de su mesa, de forma que mis ojeadas no podían ser más discretas. Era casi divertido sentirme invisible dentro de esa trinchera social. Nadie en el local podía percatarse de que miraba hacia ella y no a mi pantalla (ya, a nadie le importaba, era yo el que me sentía incómodo).

Acabado el video de los NFT me llamó la atención otro de este mismo youtuber sobre 'La Historia de Silk Road' -pero lo vería en otro momento-. Pensé mejor buscar algo que pudiera sentir más didáctico; me salió esto al paso: ‘The Bernoulli Integral is ridiculous’. Una pizarra y matemáticas… genial! Sin embargo, la vista se me seguía yendo espontáneamente por encima de la pantalla: Con todo ese pelo no podía ver apenas su cara, pero tenía una bonita espalda... En fin, a pesar de distracciones del entorno, me acabé enterando relativamente bien del video. No creo que me sea vital resolver esa integral, pero nunca se sabe.

Lo de los videos podría ampliarse a toda la mecánica de internet. Información hay, y mucha, quizá deslavazada, muchas veces repetitiva... El problema es pasar de información a sabiduría.

Por supuesto que se puede ser especifico, ir a tiro hecho y proceder determinadamente. Es disciplina. Pero la natural tendencia a la evasión te lleva a no hacerlo y dejarte llevar por las sugerencias, así deambulas por un espacio temático según lo que despierta más interés. Eso tiene de bueno que exploras cuestiones a las que de otro modo no habrías accedido, pero de malo que se hace muy difícil ahondar. Y sin ahondar, es difícil entrar en terreno lo suficientemente técnico, llegar a los conceptos que se convierten en verdaderas herramientas.

A la clase de mates le siguieron fugazmente un par de pinchadas de ratón casi aleatorias … ‘por qué no debes acostarte con el pelo mojado’ y otro tipo ‘todo el poder que va a tomar la IA y que le tenemos que tener mucho miedo’. Esos me aburrieron, los quité al poco… Después llamó mi atención ‘3-Minute Mental Hack to Take Control of Your Subconscious’, la idea del chico me pareció muy interesante, solo hay que atreverse a ponerla en práctica, pero mi subconsciente estaba en otra cosa…

Y ella seguía ahí tan concentrada y dando sorbos cada tanto a un café largo de esos que beben los guiris y que me parecen asquerosos. Por lo demás, todo era convincentemente sexy. La veía tan ensimismada que no se me pasó -seriamente- por la cabeza hablar con ella. Pero aunque se me hubiera pasado, sé que nunca me habría atrevido.

De algo que podría aplicar para cambiar mi vida como ‘controlar mi subconsciente’ me pasé a un video que simplemente me llamó la atención visualmente: ‘Evolving AI Art’. No vi todo el video, estuve picando sobre la barra de progreso adelante y atrás, abandonándome visualmente a las ramificaciones de imágenes y relajando mi imaginación en el proceso. Alguna parte la vi dos veces. Quizá no es particularmente útil pero me resultó un experimento interesante y bonito. Me sentí como si esas criaturas inventadas que evolucionan unas en otras mimetizaran el propio divagar de mis ideas fluyendo de video en video.

… Aún así, a veces ocurre, aunque sea a partir de un simple comentario en un tema sin demasiada relación, que el video te trae una buena idea que consigues aplicar. Lo cierto es que algo te mantiene con la sensación de que en cualquier momento puede aparecer un hilo de donde tirar para salir de donde estoy perdido, algo que, aunque no me enseñe una solución, me dé una pista que no sabía dónde encontrar y, desde ahí, yo pueda continuar.

¿Realmente es útil una plataforma de videos para aprender algo? ¿O el ruido que provoca todo lo que quiere atraer la atención del espectador, el propio formato de diseño lo hace inviable a pesar de que sí pueda haber información útil en el contenido?

Galeria de dinosaurios de colores

De vez en cuando se desenfocaba el video de mis ojos y se recomponía de nuevo la imagen de la chica tras la pantalla. Parecía estar ordenando esos papeles, al tiempo que tomando notas. Y mi impresión era que lo hacía con cierta tensión y desasosiego.

Seguí con mis videos: el próximo fue ‘What Dinosaurs ACTUALLY Looked Like?’, éste me hizo gracia porque responde a una pregunta que yo ya me hacía de pequeño ¿Los dinosaurios eran verdes?

Así, de uno a otro, y llega un momento que estás absolutamente harto de rebotar de un video a otro, pero sigues con la sensación de que alguno de los próximos en aparecer va a ser ‘iluminador’, por decirlo de algún modo.

De repente, sentí un movimiento brusco en mi periferia visual: la chica había dado un palmotazo en la mesa y con un gesto enérgico y violento de exasperación se llevó las manos a la cabellera. Quedó así varios segundos, con los puños agarrados en el pelo. Seguidamente llamó al camarero, intercambiaron unas palabras, debió pedir la cuenta, y le dio un billete.

Me di cuenta entonces de que lo que realmente tendría que estar haciendo es dejar de divagar de video en video y levantarme para hablar con esa chica que cada vez me atraía más. Estaba reproduciendo uno detrás de otro simplemente para evitar hacerlo. Pero..., desde luego, después de ver esa explosión de mal genio ya sí que no… no me atrevía.

"¿Otra excusa? ¿¡Y qué importa maldito cobarde!? Ni te atreves a hablarle a una chica, ni a escribir un blog, ni ..."

... ya saltó esa voz de mi interior tan corrosiva y afilada. Y es que, en todo esto, mi conciencia había estado extrañamente retenida, pero eso no significa que no hubiera estado cargándose y, como teniéndole miedo e intentando evitar su represión, rápidamente rebusqué en la lista un video más: Ví ‘The Slow Poison of Endless Fantasy’,

Parece un cuento, con príncipes, dragones y esas cosas… a ver de qué va. Y sin más pulsé el botón de ‘play’.

Conforme avanzaba el video sentí hundirme en el fango, luego quedé cabizbajo… la conciencia al final te encuentra:

¿Realmente estoy desperdiciando oportunidades una detrás de otra cada día, a cada momento, por evadirme con videos y chorradas y no entregarme a lo que realmente quiero hacer y perseguir lo que quiero ser? ¿Tengo un toro al que coger por los cuernos y no hago más que buscar distracciones escondido en el burladero?. En realidad, cuernos para agarrar, tienes muchos… pero las oportunidades, las hadas, las ideas, al final vuelan…

Incomodo con mi reflexión volví a mirar hacia los ventanales, la chica todavía estaba ahí, pero yo seguía petrificado.

La vi extender algunas fotos y recortes de periódico sobre la mesa y tomar algunas notas más. Como si se estuviera haciendo un repaso de su sesión de estudio. Luego empezó a recoger los folios, recortes y fotos en la carpeta y la cerró. Parecía en actitud de irse, sin embargo, se detuvo; apoyó por un segundo el bolígrafo en su labio superior y tomó una servilleta de papel. Me pareció que dibujaba algo en ella, luego volvió a quedarse pensativa mirando eso que había dibujado. Finalmente dio la vuelta a la servilleta, escribió algo más en ella, se quedó como otros 20 segundos más mirandola con perplejidad, se acarició el entrecejo en un gesto de cansancio y procedió a guardar bolígrafo, portafolios y libreta en su bolso. Igual de bruscamente, se levantó y, ya sí, se fue.

La servilleta, en cambio, quedó ahí encima de la mesa y mi curiosidad, que no necesita demasiado para activarse, duplicándose cada segundo. Finalmente me hizo salir de mi escondite antes de que el camarero fuera a recoger la mesa. Me levanté discretamente y me acerqué a la mesa haciendo cómo que iba a mirar el paisaje a través de los ventanales. Y lo que ponía es ... esto, vamos lo ponía y lo pone, es justo esto lo que tengo aquí delante:

-The angel burns out, but his sparkle remains forever-

Sin duda la frase es críptica… ¿tiene un sentido figurado? ¿Quién es el ángel? Casi puedo entender el gesto de desconcierto de la chica, porque el mío ahora mismo debe ser parecido. ¿Y qué dibujó antes?

Angel antes de estallar en llamas

Seguramente nadie en el local me está prestando la más mínima atención, pero sigo intentando pasar desapercibido en mi excursión a la mesa vecina. Con movimiento pausado y lo más imperceptible que soy capaz, acerco la mano y la volteo.

Sí, en efecto, había dibujado algo. Algo, que, no por ser nada especialmente artístico, me deja sorprendido y desconcertado; me golpea, más bien golpea todo al mi alrededor: el resto del bar, la gente que pueda estarme mirando, el ruido de tazas de café, el ir y venir de los camareros, el sol, el paisaje… todo se va muy lejos; porque, en este momento, lo único que hay en el mundo somos ese garabato y yo enfrascado en él. No es más que otro patrón de esos, esta vez cruces dispuestas en una cuadrícula… pero… es como si quisiera moverse



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Caigo en un estado de meditación que, al menos desde mi reloj cerebral, dura un preciso instante: como por un efecto de acumulación, todas esas configuraciones binarias relampaguean a toda velocidad superponiéndose unas encimas de otras, involuntariamente imagino otras nuevas, esas a su vez buscan más e intentan colocarse en algún tipo puzle, buscar una referencia a algo conocido, quizá un logotipo, un código, un juego… parece que no encuentran nada y la proyección vertiginosa se detiene bruscamente…, pero no del todo, el pequeño estímulo que ese dibujito ha provocado ha acabado desencadenando una pequeña tormenta dentro de mis recuerdos, y el fenómeno ha excavado más y más profundo en la memoria y, como una burbuja del pasado, en ese instante, emerge desde ella un viejo recuerdo de los años de la carrera, una tarde en un aula delante de un ordenador.

De pronto, se me escapa una leve sonrisa, ese patrón bosquejado en la servilleta cobra vida y se convierte en una colorida animación pixelada, su forma de polilla se incendia como si hubiera accidentalmente tocado la llama de una vela y, tras un violento fogonazo de brillantes cuadritos, sus restos quedan parpadeando en una especie de chispita de 3 pixeles que alterna entre dos posiciones cruzadas como si fuera esa señal luminosa en forma de x que ponen en las obras en la carretera. Ahora lo veo tan claramente que no sé cómo no he podido darme cuenta antes. Una explosión de estructuras y bichos pixelados afloran desde mi memoria naturalmente. todos esos patrones tienen una relación entre sí… cobra cierto sentido, todas esas criaturas son viejas amigas y las había olvidado… sin embargo, sigo sin entender porque están reapareciendo a mi alrededor ni qué puede querer decir.